sábado, 23 de agosto de 2014

CONCENTRACIÓN LUNES 28 JULIO 2014

                                              PLENO EXTRAORDINARIO
VIOLENCIA DE GÉNERO
Pozoblanco, 28 de Julio de 2014














UNOS COLORES QUE SABÍAN HA SUFRIMIENTO

Todo empezó cuando le dio la primera bofetada al ritmo que le decía uno de sus insultos que él siempre le solía decir, quizás todo había empezado mucho antes pero ella no era consciente de ello, o no quería serlo.

Todo se convertía en rutina, sus golpes en la mesa del comedor, sus gritos en cada rincón de la casa a altas horas de la madrugada borracho o las continuas amenazas.

Nada parecía cambiar, sus hijos seguían preguntado qué pasaba, por qué papa siempre estaba con gritos y casi nunca dormía en casa, ella no sabía cómo contarle todo lo que pasaba, quizás porque no lo entenderían o porque simplemente no quería ver a sus hijos sufrir.

Pero un día, él llegó cabreado a casa, decía que era del trabajo, pero como siempre, la pagaba con quien verdaderamente no tenía culpa de nada.

Esta vez le tocó a la hija pequeña, su madre no sabía cómo actuar, él estaba muy alterado, le gritaba muy fuerte y le daba duros golpes en la cabeza, Marina, la hija, lloraba desconsoladamente pidiendo ayuda a su madre. Matilde vio en esas lágrimas la solución para salir de toda esa pesadilla. Nunca había visto a su hija tan asustada y acobardada de algo. Esa solución sería separarse de ese bruto, de esa persona que estaba destrozando su familia y poder así, finalmente, ser una familia feliz, pero esa felicidad solo duro un rato, el día que perdió de vista a ese tipo en aquel juzgado pero ella seguía asustada, él seguía siendo el mismo pero sin vivir cerca de ella, le hizo la vida imposible hasta que ella planto cara a toda esta situación y fue en busca de ayuda, su familia fue la primera en ayudarle, esta desconocía todo lo que Matilde les estaba contando, teniendo la suerte de que su hermana era una gran profesional en estos temas le ayudó mucho en esta situación.


El seguía es sus cabales, seguía pensando la manera de seguir destrozando la vida a esa gran mujer que ya poco a poco iba siendo más feliz. Pero él no lo consiguió, ella seguía felizmente con sus hijos y su familia, nunca había estado tan bien.
Ella conoció a un hombre que de verdad sabia respetarla y quererla de verdad. Y ahora se puede decir que está mejor que nunca, esta guapísima, y ya no usa ese pinta labios rojo que siempre llevaba en sus labios y esos ojos tan negros que siempre llevaba pintados.

Mónica Madueño Fernández.
2º de Bachiller del IES Antonio María Calero.

 RELACIÓN DE VICTIMAS DESDE EL PLENO ANTERIOR


1.  23 de julio, Isabel Barceló García, de 47 años de edad, Felanitx (Palma de Mallorca)









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