COLTAN LOS LIMITES DE NUESTRO MODELO DE CONSUMO

Con motivo de la celebración del día del Medio Ambiente, la Asociación de Mujeres "Ventana Abierta", organizamos el pasado viernes 8 de junio en la Biblioteca Municipal de Pozoblanco, la conferencia informativa sobre el mineral COLTAN, bajo el título "Los Límites de Nuestro Modelo de Consumo", a cargo de D. José Larios Martón, profesor de Matemáticas y Ciencias Naturales. Nacido en Córdoba  ha sido frecuente su participación como activista en diferentes causas relacionadas principalmente con la ecología desde diferentes foros, partidos políticos, asociaciones o grupos de intereses comunes. Fundador de grupos ecologistas, y antinucleares en Córdoba, Coordinadora anti-Cabril, AEDENAT y Ecologistas en Acción, e impulsa su creación en otras localidades andaluzas.

Presentación de la conferencia a cargo de Balbina Gonzalez

Un mineral estratégico poco conocido, la columbita-tantalita (coltan), es esencial para las nuevas tecnologías. Los misiles balísticos, las armas "inteligentes" o los teléfonos móviles dependen de él. El 80% de las reservas mundiales se encuentran en África, sobre todo en una zona de la República Democrática del Congo ocupada por los ejércitos de Ruanda y Uganda. Según las Naciones Unidas, el tráfico ilegal de coltan es una de las razones de una guerra que, desde 1997, ha matado a un millón de personas.

José Larios Martón

Más de 10.000 mineros se afanan a diario en recolectar el nuevo maná en los yacimientos de la región del Kivu (Este del Congo), un territorio ocupado desde 1998 por los ejércitos de Ruanda y Uganda.  Los niños trabajan en régimen de semiesclavitud en minas de aluvión (a ras de tierra), igual que los prisioneros hutus y los buscadores de fortuna.

Aunque la explotación infantil y el genocidio son lo más acuciante en el conflicto del coltán, no hay que olvidar el impacto ambiental. El Congo alberga, después del Amazonas, el segundo pulmón más grande del mundo, con 100 millones de hectáreas de selva y el 70% del agua dulce de África. Según Greenpeace, los bosques de África Central retienen el 8% del carbono almacenado en el planeta, por lo que su deforestación liberaría 34.400 millones de toneladas de CO2, 65 veces las emisiones de España en un año.

Pero la deforestación parece inevitable, no sólo para acceder a los yacimientos sino, además, para aprovechar la madera con objeto de acomodar a los mineros, usar la leña para cocinar y calentar, utilizar la corteza para fabricar las bandejas con las que se lava el coltán y las lianas para transportarlo. A ello se suman otros impactos, como la contaminación de las corrientes con el limo procedente del proceso de lavado, lo que mata los invertebrados y reduce la fotosíntesis de las plantas acuáticas.

Llevar un teléfono móvil encima nos parece liviano y grato por la libertad y los goces de la comunicación desde cualquier parte. Sin embargo, en poco menos de 100 g se concentra  una pesada carga ambiental que somos incapaces de percibir.
 En cualquier caso es una reflexión sobre un objeto cotidiano  que va cargado de sangre inocente en su interior...