Lucía Martínez hace la presentación de Ana Távora |
El pasado 5 de mayo tuvo lugar la 5ª clase de nuestra Escuela de Formación Feminista, bajo el título Mujeres y Salud "Lo que a nosostras nos pone tristes", en esta ocasión contamos con la profesora Dña. Ana Távora Rivero, Psiquiatra, Psicoterapeuta del Servicio Andaluz de Salud, Coordinadora de la Unidad de Salud Mental en Santa Fé (Granada).
La clase comenzó hablando sobre la subordinación interna de las mujeres, como la desigualdad externa es incorporada por las mujeres como manera para organizar sus vidas (desigualdad externa).
Continuo explicando cómo la desigualdad externa a través
de sutiles mecanismos construye una subordinación interna interiorizada
que cobra sentido en la manera en que las mujeres tenemos de desear y
mantener una relación de pareja. Ana nombraba esa relación entre
desigualdad y amor alienado cuando en la relación con un hombre
todo aquello que se pone y todo lo que se da, con la esperanza de
recibir, se convierte en algo central en la vida de las mujeres.
Para las mujeres resulta fundamentas
sentirse querida: eso te pone bien, te hace sentir feliz. Se produce un "entonamiento" puesto
que en la medida que te quieren te quieres. Esto en parte es así para
todas las personas, puesto que nos construimos teniendo en cuenta la
mirada del otro; pero para las mujeres se convierte en algo central,
puesto que darse valor por sus propios logros, en infinidad de
ocasiones, es una cuestión conflictiva.
¿Cómo
lograr otros entonamientos? ¿Qué ocurre cuando el otro no es tan
importante, ni tan importante que me quieran, que me acepten? Ana dice que para construir esa individualidad hay que “deprimirse
un poco”, hay que sentir el vacío, porque en la relación con un hombre
también hay vacío, aunque intentemos no sentirlo. A veces nos sentiremos
excluidas, que no nos necesitan, que no pintamos nada en la vida de
otra persona…
Nos propuso, desde un contexto de encuentro,
ver
juntas cuáles son
los principales conflictos y cuáles son también los instrumentos que facilitan los cambios:
-Como está influyendo lo que hemos llamado
”vínculo subordinado”. Prescindiendo del
término, el
tema sería cuánta fantasía
se tiene
acerca
de lo que
te puede dar el otro, que
incluye el-los-la-las. En definitiva, cómo se está elaborando la experiencia del vacío. Por
mucho que te quiera alguien,
no
te va a dar todo lo
que necesitas. El otro es el otro, tú eres
tú,
y el otro no está para cubrirte las faltas a ti. Hay que trabajar con las mujeres que un otro no te va a dar lo que ni tú misma sabes lo que es, y que estamos obligadas también a
elaborar que hay una
falta básica, un vacío,
que
no te
va
a llenar nadie,
y que se trata
de vivirlo bien.
- Trabajar lo
que tiene que ver con
los conflictos
con otras mujeres. Principalmente lo
referido a las cuestiones narcisistas: la comparación con otras, la envidia, la rivalidad.
- El amor de pareja, sobretodo
hablando de parejas heterosexuales pero
no solo. El tema del amor
es a menudo una coartada
para
no
hablar del intercambio en la
pareja, de lo que me
da
y de que le doy, que conviene concretar.
- Los obstáculos de muchas mujeres en el tema del poder, como a menudo tener poder produce un cuestionamiento de “lo femenino”.
Para terminar, Ana reivindica el "Discurso de yo como sujeto": tú eres sujeto de tu historia. Legitimar se de otra manera, construirse y legitimarse.
CRONSTRUIR IDENTIDADES NO ALINEADAS
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